Cuando nos preguntamos si “EL CUERPO DE CRISTO QUE ES LA IGLESIA” se encuentra enferma o saludable, durmiendo o despierta, haciendo o no la voluntad De Dios, cumpliendo o no el propósito por el cual fue diseñada, es interesante ver que hay distintas visiones. Algunos señalan que la Iglesia de Cristo o el Cuerpo de Cristo está sano, que es poderoso, que está cumpliendo a cabalidad el llamado y que prácticamente no tiene problemas, otros, señalan que la Iglesia de Cristo o el Cuerpo de Cristo está enfermo o está durmiendo y que necesita ser despertado, que no está cumpliendo el propósito del Señor para lo cual fue diseñado. En fin, vemos que las visiones pueden tener buenas o malas intenciones ya que estas vienen del alma, ¿pero qué nos dice realmente las escrituras sobre esto?. Quiero compartirles una enseñanza que orando al Señor me dio un poco de luz sobre este tema tan contradictorio pero que es necesario conocer sobre todas las cosas lo que Dios nos dice a través de su palabra.
La misma naturaleza nos enseña
Que si el cuerpo humano sufre dolencias o enfermedades en uno de sus miembros u órganos no significa que todo el cuerpo se encuentra enfermo o adolorido sino que solamente uno de sus miembros u órganos. Así el cuerpo místico de Cristo que es la Iglesia, no todo el cuerpo de Cristo se encuentra totalmente enfermo sino una parte, así que "si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él" (1 Corintios 12:26).
Muchos miembros pero un solo Cuerpo
Cómo quisiéramos que todo el Cuerpo de Cristo estuviera totalmente sano, sin embargo, las enseñanzas bíblicas nos dicen que esto no es así, sin embargo, y la buena noticia es que el propósito de Cristo es que su cuerpo evolucione y crezca "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:13). Sin embargo, entendemos que es un proceso donde los cinco ministerios son claves en esta transformación, donde los "Apóstoles, Profetas, Evangelista, Pastores y Maestros son los responsables de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Efesios 4:11-12). Por lo tanto, "así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero, todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo" (1 Corintios 12:12).
Es fundamental que entendamos que somos un solo Cuerpo en Cristo, muchos miembros pero un solo cuerpo, aunque hay miembros que se encuentran enfermos, con dolor, durmiendo o como quiera llamarle pero debemos colaborar y dejar de causar divisiones con nuestras palabras acusadoras o prejuiciosas señalando a aquellos que están mal o enfermos, pensando que son de otras congregaciones, denominaciones o iglesias, no obstante, se nos debe revelar que son parte del mismo Cuerpo místico de Cristo y que nosotros no somos más especiales que ellos, sino que debemos ayudarlos, ministrarlos, restaurarlos y sanarlos para que se cumpla la función ministerial de edificar el Cuerpo de Cristo, "a fin de que en el Cuerpo (de Cristo) no haya división, sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros" (1 Corintios 12:25).
Espero que con esta enseñanza puedas cambiar tu manera de pensar y que como Cuerpo de Cristo nos necesitamos los unos a los otros, cuidarnos los unos a los otros y ayudar a aquel que lo necesita, Dios nos ama y recuerda que este es un proceso y que el tiempo se está cumpliendo, Dios nos está preparando para su venida en secreto (parusía), por lo tanto velemos y seamos sobrios que nuestra redención está cerca.
Autor: Giovani Becerra
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